En el mundo están sucediendo hechos que hacen que los Estados se vuelvan vulnerables, esto es, si miramos un poco hacia atrás, lo ocurrido desde los ataques del 11 de septiembre del 2001 a los nuevos ataques realizados por espías corporativos, o las amenazas de Anonymous, Wikileaks y los efectos del WannaCry, han llevado a la mayoría de los Estados a incluir en sus agendas estrategias nacionales de ciberseguridad y medidas de protección para garantizar que sus infraestructuras críticas no se vean afectadas.
